Con esta consagración, el equipo femenino de hockey logró obtener el segundo titulo mundial.
Con doce mil personas en las tribunas del estadio, las leonas le arrebataron a Holanda la condición de campeón mundial. Los goles fueron de Carla Rebecchi (dos) y Noel Barrionuevo. Maartje Paumen descontó para las europeas.
La final fue como se preveía: más luchada que jugada. Y ahí las dirigidas por Retegui pusieron en disputa el corazón. Nada más ni nada menos. Dieron el primer gran paso al toque de iniciado el partido: a los tres minutos, una buena combinación entre Lucha Aymar y Soledad García terminó con un centro rasante que empujó Carla Rebecchi al gol. Y con la primera alegría llegó la euforia para esas 12.000 personas que agotaron entradas y luego festejarían el campeonato junto a este seleccionado.
Y las leonas no dieron respiro. Fueron en busca de todo, nada de agazaparse. Cuatro minutos más tarde apareció la goleadora Noel Barrionuevo (seis goles en este certamen), que otra vez sacó ventajas tras recibir en un corner corto. Pero todas las finales tienen la misma tensión y los mismos nervios. Y por eso, en el segundo tiempo, tuvo que aparecer el descuento holandés. Un tanto que cambió la sintonía del partido. Las Leonas se retrasaron en el campo y la arquera Belén Succi tuvo que ponerle el cuerpo a un par de remates europeos que tenían destino de gol.
Las chicas no aguantaban en el medio y el clima empezaba a complicarse. Pero como en todo el campeonato aparecieron las delanteras: nuevamente Sole García lució su habilidad en el área, le pegó duro a la bocha, que dio en el palo, y Rebecchi apareció en el rebote para anticiparse a todas y poner el 3-1 definitivo.
Con esta ventaja llego el grito de todo el cuerpo técnico. Las lágrimas del entrenador mostraban que otra vez las Leonas quedaban en lo más alto del hockey mundial.
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