jueves, 12 de junio de 2008

EL CAMINO AL TÍTULO



River comenzó el Torneo Clausura con una victoria ante Gimnasia de Jujuy, por 2 a 0. No le resultó fácil al equipo de Simenone conseguir los tres puntos y, recién en el segundo tiempo pudo liquidarlo, con goles de Matías Abelairas y Paulo Ferrari.
En la segunda fecha, el Millonario debió viajar a Rosario y allí no sólo consiguió un empate, sino que encontró a quién sería una de las figuras del campeonato: Juan Pablo Carrizo era clave para mantener la valla en cero. Ya en el primer partido había sido importante, pero frente a Newell’s, el Uno fue figura fundamental.
Una semana después, los de Núñez se encontraban con un rival que sería su máximo oponente de la temporada: San Lorenzo. En el Monumental, River vencía por 2 a 0 en la vuelta de Ramón Díaz y D’Alessandro a Núñez. El colombiano Radamel Falcao García y Abelairas, quien volvía a convertir luego de una gran jugada colectiva, marcaban los goles del campeón.
Luego de la importante victoria frente al Ciclón, River debía recibir a San Martín de San Juan, urgido de puntos. El partido fue muy peleado y el equipo de Simenone conseguía otro triunfo por 3 a 2. El encuentro era suspendido por la lluvia y concluía diez días después.
Estudiantes sería el próximo rival en el camino de River (precisamente los de Sensini pelearían codo a codo el título hasta la fecha 18). El partido fue aburrido –terminó 0 a 0–y lo más relevante pasó afuera del campo de juego: Simenone volvía a La Plata –donde había sido campeón el año anterior– y, sin merecerlo, era silbado por todo el estadio.
Otro empate sin goles se produjo en Núñez cuando el Millonario recibió a un Racing que ya pensaba en la promoción. River mereció ganar y, encima, sufría la lesión de quien terminó siendo fundamental en el final del torneo: Ariel Ortega.
En la séptima fecha, y luego de dos partidos sin victorias, el campeón logró un muy buen triunfo por 2 a 0 frente a Vélez y volvió a la punta. Hizo la diferencia en el primer tiempo: abrió el marcador el chileno Alexis Sánchez y enseguida aumentó Falcao. Carrizo, una vez más, tuvo atajadas decisivas.



Una semana después, River recibió al siempre complicado Arsenal, que venía golpeado luego de su eliminación en la Copa Libertadores. Fue victoria por 1-0 en el estadio de Vélez, donde hubo incidentes entre los hinchas millonarios. Rodrigo Archubi marcó el único gol.
Las buenas actuaciones de Diego Buonanotte, poco a poco, lo convertían en un jugador fundamental en el esquema de Simenone. Precisamente, frete al último campeón Lanús, el Enano apareció para abrir el marcador y sentenciar un partido que se complicó más de lo espereado. Cuando el partido estaba 0 a 0, Carrizo –una encuesta del diario Olé lo ubicaba como el jugador más importante del equipo– le tapó un penal a José Sand, ex jugador Millonario.
En la décima fecha, River recibía al Trigre de Diego Cagna y se mantenía en lo más alto de la tabla gracias al gol de Falcao, para conseguir el 1 a 0 definitivo.
La primera derrota del conjunto de Simeone llegaría en Rosario, frente a Central. Zelaya y Arzuaga marcaban para los locales, mientras que Buonanotte lo hacía para River. Perder el partido hacía que los de Núñez compartieran la punta con Estudiantes, pero no por mucho tiempo…
La gran levantada del campeón se produjo una semana después, frente a Argentinos Juniors. En Núñez, River jugaba uno de sus mejores partidos y vencía por 4 a 2. Buonanotte –en dos oportunidades–, Sebastián Abreu y Falcao hacían delirar a los hinchas millonarios. Se venía Boca y el ánimo estaba por las nubes…
Pero lo que podía resultar un partido bisagra para asegurarse el camino de cara al título terminó siendo el comienzo de una crisis. El equipo de Carlos Ischia ganaba 1 a 0 con un gol de cabeza de Sebastián Battaglia y dominaba a River, que sólo llegaba una vez en todo el partido. San Lorenzo se sumaba al pelotón de los de arriba y Boca se ponía a tan sólo un punto. Peligraba el campeonato…
Para colmo de males, los de Boeado eliminaban al Millonario de la Copa Libertadores en una definición que quedará en la historia y la hinchada reclamaba más voluntad. Oscar Ahumada realizaba declaraciones radiales polémicas ("la gente de Boca hubiese alentado más", dijo) y la gente le daba la espalda al equipo. Sólo quedaba ganar o ganar.
En la fecha 14, comenzaba la remontada. Gimnasia sufría a un River que buscaba revancha y los de Simeone obtenían el triunfo por 4 a 2, con goles de Abelairas –en dos oportunidades–, Buonanotte y Ortega.
River conseguía un poco de oxígeno y visitaba a Independiente, en Avellaneda. Aunque intentó durante los 90 minutos, sólo consiguió un empate. Con el 0 a o, el Millonario quedaba a dos puntos del único líder Estudiantes, cuando restaban sólo cuatro fechas para el final del Clausura. Los hinchas millonarios seguían muy enojados con Ahumada y Carrizo, a quienes silbaron en reiteradas oportunidades.
En medio de un clima tenso, el campeón salía al campo de juego del Estadio Monumental con una camiseta violeta que le traería suerte: con un gol de Buonanotte, vencía a Huracán. Abreu se sumaba a la lista de insultados por la hinchada…
Estudiantes había dejado dos puntos frente a Independiente y River achicaba distancias. Había que visitar al Colón de Mohamed, en uno de los partidos más complicados del Clausura. Jugando con diez jugadores durante 70 minutos por la expulsión de Leonardo Ponzio, el Millonario aguantó el asedio de los de Santa Fé y lo liquidó con goles de Cristian Villagra y Alexis Sánchez, con una notable efectividad.



River debía vencer a Olimpo en Núñez y esperar que Estudiantes no ganara frente a Colón. El partido fue dramático: Buonanotte, la figura del campeón, habría la cuenta y convertía a River en campeón, pero Josemir Lujambio empataba… Durante 12 minutos se vivió un gran nerviosismo en el Monumental. Un gol de Estudiantes lo pondría en igualdad de condiciones que el Millonario. Nada de eso ocurrió: a los 33 apareció nuevamente el Enano Buonanotte y le daba a River la victoria tan ansiada. En La Plata, los de Sensini empataban sin goles y, de esa manera, en Núnez estremeció el “¡Dale, campeón; dale campeón!”


Producción: Nicolás Saravia, Bruno Annuiti, Maximiliano Aguilar, Luciano Yohai y Martín De Cesare.

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