miércoles, 28 de mayo de 2008

SANGRE JOVEN

Con el empuje de los más chicos, Boca recuperó un punto ante Vélez y sigue vivo en la lucha por el Clausura. Otra vez, un pibe apareció sobre el final…

Había fervor en el aire. En la cancha de Vélez, el Fortín jugaba contra el Xeneize, en un partido crucial para ambos. Los dos se disputaban tres puntos que podían mantenerlos en carrera. Boca, con la cabeza en la Copa, pensando en el partido de seminifnal de la Libertadores contra Fluminense. Vélez, con la ilusión puesta en pelear por el primer puesto.
El equipo de Carlos Ischia confiaba nuevamente en los juveniles, que habían salvado el partido anterior contra Racing. Los de Hugo Tocalli, por su parte, ponían toda la carne al asador, buscando doblegar al joven conjunto boquense.
El partido, pese a lo que se podía pronosticar, comenzó a favor de Boca, que encontraba en el colombiano Fabián Vargas al conductor que necesitaba, tras el flojo momento de Leandro Gracián. El juenil Pablo Mouche llevaba peligro al arco local y Mauro Boselli jugaba cerca del gol, que se le viene negando hace varios partidos. Vélez se encontraba desconcertado y sólo llevaba peligro a través de Damián Escudero. Precisamente fue a través del jugador de la Selección juvenil que Vélez abrió el marcador: el 10 tomó la pelota detrás de la mitad de la cancha, dejó rivales en al camino y definió al ángulo, a los 10 minutos del segundo tiempo.
A partir del 1 a 0, el Fortín creció, pero falló en la definición. La entrada de Noir –héroe del partido frente a Racing– hizo que Boca se acercara más al arco de Montoya. Precisamente, de un córner de Noir llegó la igualdad: cuando moría el partido, Lucas Viatri –que había ingresado cinco minutos antes– conectó de cabeza y puso el 1 a 1 final.

Por Andrés Damiani


No hay comentarios: