miércoles, 29 de abril de 2009

IRREGULAR, CON "R" DE RIVER


Una accidentada estadía en la Copa Libertadores y un campeonato que parece estar un poco lejos para el equipo que supo cantar 33 veces campeón.

Si se hace un poco de historia se puede ver que River Plate es el equipo más ganador de la Argentina en cuanto a campeonatos locales. Sin embargo en los últimos tiempos ha transitado un camino repleto de pozos.
En el año 2008 River supo cantar campeón luego de cuatro años, pero al semestre siguiente cayó en picada al fondo de la tabla. Este año, durante las primeras fechas del campeonato, todo parecía ir bien para los Millonarios y hasta llegaron a ser líderes. Sin embargo, se dejaron ganar la punta.
Este domingo, River jugó un partido clave, era obligada la victoria para que no quedara tan lejos el campeonato. Fue contra Gimnasia de Jujuy, un partido con varias situaciones. Durante el primer tiempo, ambos tuvieron dominio del balón, ya que River no encontraba la manera de ser el dominador absoluto del partido.
Durante el segundo tiempo, el equipo de Néstor Gorosito hizo tres cambios y pareció encontrar la manera de llevar a su adversario más hacia su propio arco y generar espacios. Ingresaron Barrado, Gallardo y Fabbiani pero la clave estuvo en la entrada del Muñeco, que cumplió la función de un buen enganche: organizó al equipo y, además, su primer pase se convirtió en el único gol de partido, convertido por Radamel Falcao.

SE MIRA Y NO SE TOCA…

La copa Libertadores ya está perdida. River viajó muy confiado para jugar con Nacional de Paraguay, un equipo eliminado, que supuestamente pondría suplentes. Se debía ganar para no quedar afuera y no se logró.
Al final del primer tiempo, Falcao abrió el marcador con un gol un penal y parecía ir al descanso con el partido en el bolsillo. Sin embargo, otra vez la desesperación: en tiempo adicional, un penal a favor de Nacional fue convertido en gol, para el 1-1. Durante el segundo tiempo, River dejó espacios, no supo tener la pelota y le llovieron goles hasta quedar 1-4. Cuando no quedaba mucho, Gallardo convirtió de tiro libre, pero no había tiempo para más.
Todo quedó 4-2.

POR CASANDRA ORCELLET

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